Foto: Agro. César Rosario |
Por AgroJuvenil
El
pique, la vinagreta y la mantequilla de albahaca se vendían como ‘pan
caliente’, así como otros productos recién cosechados del huerto escolar:
cebollines y pimientos, entre otros. Había Casa Abierta en la Escuela La Esperanza en Puerto Nuevo,
San Juan.
“La
receta para la vinagreta y la mantequilla nos la dio la abuela de uno de los
estudiantes”, comentó vía telefónica la maestra Antonia Ramírez Caballero,
quien dirige el Laboratorio de Siembra.
Con parte de la cosecha se prepararon productos de valor agregado. Foto: Agro. César Rosario. |
El
propósito de la actividad, que incluía la venta de otros productos y artesanías
realizadas por los estudiantes, era recaudar fondos para utilizarlos en
diferentes necesidades de la escuela especializada en educación especial.
Según
explicó Ramírez Caballero, el dinero recaudado de las ventas de la cosecha del
huerto, como también de los productos de valor añadido (vinagreta, pique y
mantequilla), serían utilizados específicamente para la compra de herramientas,
un gabinete para almacenarlas y tierra para rellenar los cajones de siembra y
tiestos.
Parte de los fondos recaudados durante la Casa Abierta serán utilizados para la compra de herramientas y tierra. Foto: Agro. César Rosario. |
La
Escuela es una de la participantes del programa educativo AgroJuvenil y recibe el apoyo del agrónomo César Rosario.
Por
su parte, Rosario halagó los resultados de la cosecha del huerto escolar, y a
su vez destacó la manera en que toda la comunidad, desde maestros, estudiantes
y padres, ha contribuído para el mantenimiento exitoso del espacio de siembra,
que además cuenta con un área dedicada al cultivo de plátanos, guineos y hasta
maíz.
Las hortalizas de hoja como la lechuga del País y la lechuga romana son parte de los cultivos principales. Foto: Agro. César Rosario. |
El huerto escolar ha expandido sus cultivos y ya cuenta con plantas de guineo, plátanos y gandules. Foto: Agro. César Rosario. |
La
Escuela la Esperanza, que tiene tres años de fundación, atiende una matrícula
de 253 estudiantes, entre las edades de 4 a 21 años, y tienen 55 maestros,
explicó Ramírez Caballero, quien es la maestra del grupo de 14 y 15 años. Ésta
ofrece también los cursos de matemáticas, ciencias y vida independiente.
La
maestra contó, muy emocionada, como los estudiantes vienen todos los días
entusiasmados a recordarle la visita al huerto. “Se emocionan cuando ven crecer
las plantas y hasta las miden”. Ramírez Caballero explicó que ha estado
integrando la clase de matemáticas, así como también otros temas desarrollados
por los coordinadores de Agro Juvenil. Por ejemplo, las fases de la luna.
“Un estudiante me mencionó que su abuela le dijo que había que sembrar según la
luna, pues aprovechamos y hablamos de eso”, añadió.
La
maestra apuntó el impacto significativo que ha tenido el huerto escolar en toda
la comunidad, que hasta la directora del comedor les compra los pimientos y
tomatillos.
La directora del comedor escolar compra parte de la cosecha de tomates y pimientos para utilizar en la cocina escolar. Foto: Agro. César Rosario |
Durante la Casa Abierta, los padres solicitaban material informativo para crear sus huertos caseros. Foto: Agro. César Rosario |
Para
los padres, el huerto de la escuela ha hecho que muchos soliciten el brochure de Agro Juvenil sobre cómo
hacer un huerto, pues quieren sembrar en la casa, ya que han visto el avance
positivo que ha tenido en sus hijos el trabajo de la tierra. “Para los padres
nuevos es muy importante porque se entusiasman de ver a sus hijos participar de
una escuela que les recuerde cundo ellos también estudiaban. Y saben que sus
hijos están aprendiendo mucho y están felices con el huerto”, comentó Ramírez
Caballero.
Los
estudiantes aprenden a identificar las frutas y hortalizas, cómo también a realizar
el riego, a cosechar y a empacar. La maestra entiende que los estudiantes
mayores podrían trabajar durante el verano con supermercados y otros huertos,
por todas las destrezas y conocimientos que han ido adquiriendo.
A
nivel físico del estudiante, en el huerto se trabaja con áreas de motor fino y
grueso para fortalecerlas, pues beneficia el área muscular de las manos.
Aparte, el amplio vocabulario que adquieren.
El Laboratorio de Siembra ha impactado positivamente a toda la comunidad escolar de La Esperanza. Foto: Agro. César Rosario |
Ramírez
Caballero agradeció la colaboración y accesibilidad del coordinador Rosario para
todas sus consultas. Además, está muy contenta que AgroJuvenil le haya dado la
oportunidad a la Escuela de participar en el programa de apoyo.
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integrando a la comunidad. Además, estrategias claves para levantar fondos para
el desarrollo del huerto e instrucciones para llevar a cabo divertidas
actividades alrededor del mismo.
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